jueves, 31 de diciembre de 2009

TENGO UN NUEVO BLOG

http://loquenomire.blogspot.com/

domingo, 6 de diciembre de 2009

Spinetta en Vélez 04.12.09

Los que me conocen saben de mi pasión por la música, mi obsesión por recordar las listas de temas de los recitales, y de mi particular fanatismo por el Flaco Spinetta. Por eso me resulta difícil poner en palabras todas las cosas que sentí en esas cinco horas y media de excelente música. Sólo voy a dejar aquí la lista de temas, ya que llevé libretita y lapicera y me anoté todo.
Y QUIERO DECIRLE GRACIAS AL FLACO Y A TODOS LOS MÚSICOS QUE HICIERON POSIBLE ESE TREMENDO RECITAL.

Con su formación actual (Claudio Cardone, Nerina Nicotra, Sergio Verdinelli y Guillermo Vadalá)
01 – Mi elemento [Un mañana, 2009]

+ Baltazar Comotto
02 – Tu vuelo al fin [Un mañana, 2009]

Con Diego Rapoport
03 – Ella también [Kamikaze, 1982]
04 – No te busques más en el umbral [Los niños que escriben en el cielo, 1981]

Con Mono Fontana
05 – Fina ropa blanca [Don Lucero, 1989]
06 – La bengala perdida [Tester de violencia, 1988]

Con Juan Del Barrio
07 – Sombra entre los álamos [Alma de diamante, 1980]
08 – Alma de diamante [Alma de diamante, 1980]
09 – Cisne [Para los árboles, 2003]
10 – Al ver verás [Tester de violencia, 1988]
11 – ¿No ves que ya no somos chiquitos? [Madre en años luz, 1984]

Con Javier Malosetti
12 – Cielo de ti [Peluson of milk, 1991]

Con Fito Páez
13 – Las cosas tienen movimiento (de Fito Páez)
14 – Asilo en tu corazón [Lalala, 1986]

15 – Mariposas de madera (de Miguel Abuelo)
16 – El rey lloró (de Lito Nebbia)

Con Beto Satragni y Juanse
17 – ¿Adonde está la libertad? (de Pappo)

Con Gustavo Cerati
18 – Té para tres (de Soda Stereo)
19 – Bajan [Artaud, 1973]

Con Gustavo Spinetta
20 – Cementerio Club [Artaud, 1973]

Con Leo Sujatovich
21 – Era de Uranio [Bajo Belgrano, 1983]
22 – Vida siempre [Bajo Belgrano, 1983]
23 – Maribel se durmió [Bajo Belgrano, 1983]

Con Dante y Valentino Spinetta
24 – Necesito un amor (de Javier Martínez)

25 – Filosofía barata y zapatos de goma (de Charly García)

Con Charly García
26 – Rezo por vos [Privé, 1986]
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Con Marcelo Torres y Javier Malosetti (Los socios)
27 – San Cristóforo [San Cristóforo, 1999]
28 – Bosnia [Spinetta y los socios del desierto 1997]
29 – Nasty people [Spinetta y los socios del desierto 1997]
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Con Machi Rufino y Pomo Lorenzo (Invisible)
30 – Durazno sangrando [Durazno sangrando, 1975]
31 – Jugo de lúcuma [Invisible, 1974]
32 – Lo que nos ocupa es esa abuela, la conciencia que regula el mundo [Invisible, 1974]
33 – Niño condenado [El jardín de los presentes, 1976]

+ Lito Epumer
34 – Amor de primavera (de Tanguito)
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Con Carlos Cutaia, Guillermo Vadalá, Black Amaya y David Lebón (Pescado Rabioso)
35 – Poseído por el alba [Pescado Rabioso II, 1973]
36 – Mañana o pasado [Pescado Rabioso II, 1973]
37 – La serpiente viaja por la sal [Desatormentándonos, 1972]
38 – Credulidad [Pescado Rabioso II, 1973]
39 – Despiértate nena [Simple]

+ Bocón Francino
40 – Me gusta ese tajo [Simple]
41 – Post crucifixión [Simple]
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Con Edelmiro Moliari, Emilio del Guercio y Rodolfo García (Almendra)
42 – Color humano [Almendra, 1969]
43 – Fermín [Almendra, 1969]
44 – A esos hombres tristes [Almendra, 1969]
45 – Hermano perro [Simple: Hermano perro, 1970]
46 – Muchacha ojos de papel [Almendra, 1969]
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Con Ricardo Mollo
47 – Ocho de octubre (Spinetta – Gieco)

48 – Retoño

49 – Seguir viviendo sin tu amor [Peluson of milk, 1991]

Con Nico Cota
50 – Yo quiero ver un tren [Mondo di cromo, 1983]

51 – No te alejes tanto de mí [Mondo di cromo, 1983]



PD: http://www.rollingstone.com.ar/nota.asp?nota_id=1208200

martes, 6 de octubre de 2009

Volví!

Había abandonado el blog. Ando con muchas cosas, muchas oblaciones, y muchos placeres y actividades que a esta altura del año se están convirtiendo en oblaciones también. Estoy muy cansada. Hace un mes que todos los días (absolutamente TODOS) me duele la cabeza. Pero bue... acá estoy.

Este cuatrimestre empecé en la facultad un Taller de Escritura Creativa, y eso me (re)generó una rutina de escritura. Lo que viene a continuación es una de esas tantas cositas que estuve escribiendo. La consigna era escribir en la clase un diálogo de no más de diez lineas, a partir de la frase "Ellos lo niegan, ellos lo niegan". Luego continuarlo en casa.

Todavía no le encuentro título.




Su impaciencia se expresaba claramente en el temblor de su pie izquierdo. Sobre las rodillas una pila de papeles, sobres y pequeños cartones amenazaba con caerse y desparramarse por todo el suelo de la sala de espera.

- ¡Gutierrez!

El médico comenzó a escribir la historia clínica silenciosamente, hasta que la mujer lo interrumpió de un grito:

- Ellos lo niegan, ellos lo niegan, doctor. Pero estoy segura de que mi cuerpo está invadido al menos por tres enfermedades distintas.
- ¿Cuáles son sus síntomas?
- ¡Todos los que existen! Dolores internos y externos, picazón, nauseas, jaquecas, mareos, calambres, distorsión en los sentidos...
- ¿Los otros médicos le hicieron estudios?
- ¡Por supuesto! Tomografías, radiografías, análisis de sangre y orina, punciones, biopsias... de todo.
- ¿Y qué le hace pensar qué yo descubriré algo distinto que los demás?
- La desesperación.

viernes, 7 de agosto de 2009

A falta de inspiración (y para no colgar el blog) continúo con las citas.


Uno cree conocer cada fracción de su cara, cada rasgo, cada expresión, pero ahora todo se burla. Una es una misma y otro: una cree conocerse hasta las puntas de los dedos, y de pronto siente que su propia envoltura se escapa, se vuelve completamente extraña a lo que la llena. En el momento en que uno siente que no soporta más verse, comprende que la imagen que tiene delante no es una misma.

FRIDA KAHLO

domingo, 26 de julio de 2009

Lo que me gusta de tu cuerpo es el sexo.
Lo que me gusta de tu sexo es la boca.
Lo que me gusta de tu boca es la lengua.
Lo que me gusta de tu lengua es la palabra.


JULIO CORTÁZAR
PAPELES INESPERADOS

martes, 21 de julio de 2009

Make love singing songs

Brotaron flores de nuestra piel. Nos convertimos tan sólo en dos siluetas limitadas por el vacío; en dos sombras fundidas la una con la otra.
Las sábanas que envolvían nuestros cuerpos afiebrados, se movían a compás de nuestra agitada respiración.
Cada célula de mi ser se encontraba en estrecha conexión con mis cerebro. Mis piernas temblaban, temiendo una muerte inminente.

Convulsionamos. Estallamos en fuegos de artificio.

Más allá de la puerta de la habitación, el mundo se caía a pedazos, se desmoronaba, se pulverizaba... y no parecía importarnos.


De fondo: Revolver, de los Beatles.

lunes, 6 de julio de 2009

Y cada tonta cosa es música del sol de la tarde

[Me aqueja una importante falta de inspiración. Por eso comparto este viejo texto: un trabajo práctico para la facultad, donde la cosigna era esbozar un paisaje interno]



Si me fuera, no importa a dónde, si me fuera no más ¿qué llevaría conmigo? Sin duda alguna: mi esencia. Sin duda alguna, mis discos. Supongo que también un par de libros, un poco de ropa y algún que otro mueble. Pero por sobretodo, los discos. Los compactos y los de vinilo. ¡Y por qué no los casettes!

En el lóbulo de la oreja derecha me acompañaría el sonido del paso despreocupado de la púa por los surcos de ese mágico y circular receptáculo de melodías. En el ojo izquierdo me colgaría un lagrimón. Ese que cayó una y otra vez al escuchar “Los libros de la buena memoria”.

Si pudiera, me guardaría en un bolsillo todos los sábados a la mañana, en los que el sol invadía la cocina, mientras los Beatles me despabilaban. Y si el bolsillo fuera realmente grande, depositaría también esas tardes lluviosas de domingo, en las que me echaba en la cama a escuchar hasta el hartazgo “Artaud”, de Spinetta, o “One size feet all”, de Frank Zappa.

Por suerte conseguí una valija enorme. Porque sino dónde hubiera metido todas esas noches en las que el pibe ese me enamoró acariciándome mientras me cantaba bajito y suave al oído “quiero verte desnuda el día que desfilen los cuerpos que han sido salvados”.

Además ataría a mi cintura el rumor de la voz de Caetano Veloso, cantándole a mi mamá mientras hacía la comida. Y pondría en mis zapatos los tangos que me tarareaban mis abuelas. Esos tangos con olor a patio y café con leche. De mi hermano me llevaría su nombre, en forma de canción, bien protegido en mi puño. Y de mi viejo, uff, de mi viejo... La fuerza de mis brazos no alcanzaría jamás para sostener esas montañas de melodías que, desde antes de nacer, él me regaló.

¡Ay!, si tan sólo pudiera… lo haría. Les arrancaría las manos a mis amigos, para tenerlos siempre a mi lado, tocando una guitarra desafinada, en cualquier plaza, con unos ricos mates. O imprimiría en la retina de mis ojos, sus caras de asombro escuchando Pink Floyd.

Cuando me vaya (bien ida) todos los recuerdos de mi niñez y adolescencia se reproducirán con la mejor banda sonora de la historia, digna de premios y galardones. Una dulce armonía invadirá antiguas siestas, recreos, vacaciones, tristezas y alegrías.

Un fantasma una vez me contó (una vez me cantó) que en su tumba tiene discos y cosas que no le hacen mal. Pues así quiero irme yo: silbando bajo un tango o un rocanrol (lo mismo da).