domingo, 3 de mayo de 2009

Suele suceder

Siempre que anhelo mucho una situación, sucede todo lo contrario a mi deseo. La estrategia adecuada para evitar tal frustración es esperar que ocurra lo peor, visualizar el desastre total. De este modo, ante el menor logro, nos sentimos aunque sea un poquito realizados, o por lo menos gratamente sorprendidos.

Generalmente cuando esto me acontece (como en la última madrugada) trato de consolarme en una frase que leí en "Dalí me dijo" de Louis Pauwels:

<< Cuando partimos en un auto, digo: "¿y si tenemos un accidente?". En seguida: "sería una coincidencia singular que, después de semejante pensamiento, tuvieramos en efecto un accidente". Y a continuación: "al pensarlo, seguramente elimino los riesgos". >>



Si las cosas hubieran salido como queríamos, ¡hubiera sido una singular coincidencia!

2 comentarios:

  1. Particularmente no creo en las coincidencias.
    Todo pasa por algo.
    Lo frustrante del asunto es no entender el porque!!! =(

    A veces el negativismo, o prepararse para lo peor, no es lo mas adecuado, como mucho me costo entender...
    Pero bueh, eso es otro tema que algun dia desarrollare en algun escritos.

    Mientras tanto, que le sea leve =)

    Un saludo!

    L.K.P.

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  2. Me vino increiblemente bien leer esto hoy, y justo minutos después de lo que escribí en mi blog... Lo voy a reflexionar.

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